Los amortiguadores son componentes esenciales del sistema de suspensión de un coche. Su función principal es absorber las vibraciones y los impactos que se producen al circular por carreteras irregulares o en mal estado, lo que mejora la comodidad del conductor y los pasajeros y garantiza un mayor control del vehículo.

Los amortiguadores funcionan mediante un sistema de pistón y válvulas. Convierte la energía cinética en energía térmica, disipando así la energía que se genera al pasar por baches, irregularidades del terreno y frenadas bruscas. Si los amortiguadores no están en buen estado, el coche puede experimentar una mayor vibración, desgaste excesivo de los neumáticos y una menor estabilidad en la carretera.

Por lo tanto, es importante realizar un mantenimiento periódico de los amortiguadores para asegurarse de que están en buenas condiciones. Sustituirlos si es necesario para garantizar la seguridad y el rendimiento del coche.