Como es sabido, la combustión limpia de los motores de gasolina, no lo es tanto en los diésel. Por eso, para adaptar los coches diésel a las normativas europeas anti contaminación, los fabricantes han tenido que ingeniárselas para reducir los niveles de partículas sólidas y dióxido de carbono que hasta hace unos años expulsaban estos vehículos.

¿Qué es el filtro de partículas?
La mayoría de motores diésel antiguos, emiten una gran cantidad de pequeñas partículas sólidas y óxido de nitrógeno, muy perjudiciales para la salud y el medio ambiente.
Tras la normativa europea del año 2011, los fabricantes de vehículos diésel están obligados a incorporar en ellos, un filtro de partículas, que es la solución para reducir en un 99% estas emisiones contaminantes.
El filtro de partículas, también llamado antipartículas, FAP (filtro anti partículas) o DPF (por sus siglas en inglés) es un mecanismo que va incorporado en el sistema de escape del coche.
¿Para qué sirve el filtro de partículas?
Como os comentábamos, a partir del año 2011, todos los coches diésel vienen con filtro de partículas de serie, aunque si es cierto que anteriormente, algunas marcas lo ofrecían como opción extra.
El filtro de partículas está formado por una especie de malla cerámica que contiene unos conductos muy finos en los que las partículas se aglomeran. Este filtro sirve para retener en él las partículas sólidas que se forman en los gases que expulsa el vehículo por el tubo de escape.
Si queremos saber si un coche diésel tiene filtro de partículas o no, solamente debemos fijarnos en el tubo de escape cuando aumentan las revoluciones del vehículo (ya sea un acelerón para incorporarse a una vía o para subir una pendiente). Si al revolucionar el vehículo, sale humo negro, quiere decir que el coche diésel no tiene filtro de partículas, puesto que los que si lo lleva incorporado, no expulsará humo.
¿Cómo se limpia el filtro de partículas?
Como es lógico, llegaría un momento en el que el filtro se saturaría de partículas y obstruiría el motor. Para que esto no suceda, el propio filtro realiza una especie de pirolisis, quemando estas partículas para convertirlas en gases no perjudiciales. A este proceso de limpieza, se le llama regeneración del filtro de partículas.
Este proceso se genera gracias a un sistema de sensores que detectan la saturación del filtro, comparando los niveles de presión entre la boca y el escape del propio filtro.
Por tanto, para que se produzca la regeneración del filtro, éste tiene que aumentar la temperatura y quemar así las partículas. Y para ello, el motor necesita administrar máscantidad de gasóleo, normalmente entre un 10 y un 15% más.
Este proceso de regeneración, suele durar entre 15 y 20 minutos. Durante este proceso, nodebe pararse el motor, es más, debe mantenerse a unas 2000 – 2500 rpm para ayudar al calentamiento de los gases.
Existen dos tipos de filtro de partículas: los que utilizan un aditivo para el proceso de regeneración, y los que no lo utilizan.
El filtro de partículas más común es el que no lleva aditivo. Se caracteriza por estar tras el colector de escape, muy cerca del motor, debido a que al no llevar aditivos, necesita aprovechar la temperatura de los gases recién salidos del motor. Para realizar la regeneración requiere unos 650º.
El otro tipo de filtro de partículas es el que lleva aditivo. Este tipo de filtro suele estar más lejos del motor, ya que gracias al aditivo que utiliza, puede quemar las partículas a una temperatura más baja (550º). Este es el filtro que usan los motores diésel de PSA Peugeot Citroën.
El aditivo debe rellenarse cada 100.000 km aproximadamente, ya que se va consumiendo cada vez que se realiza una regeneración. El precio de rellenar el depósito es de unos 120 euros.