Filtro de combustible y sus problemas

filtro de combustible y sus problemas

Ya sea en motores diesel o gasolina, el filtro de combustible es una parte esencial dado que es el encargado de mantener y asegurar el buen funcionamiento del motor. Es una malla de protección que evita que las impurezas y residuos del combustible lleguen al circuito de inyección del vehículo, a la bomba de presión, al circuito de alimentación o a los inyectores. Por eso es muy importante hacer un mantenimiento regular del vehículo y comprobar el filtro en cada revisión. Mantener el filtro de combustible en condiciones óptimas alargará la vida útil del motor.

Los principales problemas que afectan al filtro de combustible provienen de la suciedad. El uso normal del coche produce desgaste en el filtro, donde se van acumulando pequeños residuos. A la larga esos pequeños residuos, de tamaño apenas perceptible en muchos casos, forman una pantalla. Dicha pantalla puede llegar a impedir la correcta circulación del combustible.

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La mala circulación del combustible o su circulación “sucia” hace que los inyectores o la bomba de presión no funcionen de manera apropiada. Este mal funcionamiento puede derivar en averías graves y costosas. De ahí la importancia de comprobar en todo momento que el filtro de combustible esté en perfecto estado.

Una sencilla comprobación puede confirmar que el filtro de combustible tiene un problema de obturación. Una vez desmontado, se sopla a través de él, si está en buenas condiciones el aire pasará sin problemas. En caso contrario, el aire no pasará. Esa dificultad es la misma con la que se encuentra el combustible.

¿Limpiar o reemplazar? Si un filtro de combustible está obstruido o sucio, la opción más recomendada es cambiarlo. Por mucho que se ponga empeño en la limpieza, eliminar todas las microscópicas incrustaciones es tarea casi imposible. La limpieza es poco aconsejable y prácticamente nada útil.

No hay una opinión homogénea sobre la frecuencia ideal de cambio del filtro de combustible. Muchos fabricantes lo recomiendan hacer cada 60.000 kilómetros, no obstante un cambio de filtro cada 30.000 kilómetros, a lo sumo, es mejor elección.

Síntomas de filtro sucio u obstruido

Si el filtro de combustible está sucio u obstruido, afecta principalmente al consumo y a la potencia del motor en altas revoluciones. Para detectar que algo anda mal en el filtro combustible hay que analizar alguna de las conductas del coche:

  • Ruido del motor. Un filtro sucio hace que nada más arrancar y al ralentí, el ruido del motor pueda resultar extraño.
  • Dificultad de arranque. Los problemas en el filtro de combustible pueden llegar a cortar el flujo de éste, con lo que al coche le puede costar arrancar. O incluso es probable que no arranque si la obstrucción es total.
  • El coche se para. La llegada de poca gasolina al motor o el hecho de que llegue contaminada puede provocar paradas en el motor mientras el coche está en uso.
  • Problemas en rendimiento y aceleración. Tal vez es donde más se note. No solo porque genere incrementos y descensos de potencia intermitentemente. Se puede comprobar fácilmente si al exigir un incremento de potencia en un momento concreto, el coche no responde. Por ejemplo, si al tratar de adelantar a otro vehículo, el coche no acelera correctamente.
  • Aumento de consumo de combustible. Si se detecta que, con la misma rutina, se hacen más visitas a la gasolinera. Al fallar el flujo, el coche necesita más combustible para hacer funcionar el motor y eso aumenta el consumo.

Este tipo de problema también suele darse cuando el carburador o los inyectores están sucios y tienen restos de carbonilla. Esto crea una mala combustión o detonación de la mezcla de aire y combustible.

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