La iluminación de tu vehículo

Faros recambio para coche y camión

Uno de los puntos a tener en cuenta a la hora de comprar un coche, es decidir el tipo de iluminación que queremos para el mismo. Se tiende a pensar que lo último que sale al mercado siempre es lo mejor, pero pensándolo bien puede que no se ajuste a lo que más nos interesa.

El mercado automovilístico avanza y junto a él avanzan también los sistemas de iluminación que montan. En este artículo vamos a poner sobre la mesa las ventajas e inconvenientes de los sistemas que actualmente están disponibles.

Lámparas halógenas

Empezaremos por el más común, los proyectores halógenos. Su popular uso se debe a la sencillez de la lampara y a su bajo coste. El precio de estas bombillas no supone un gran gasto y uno mismo puede sustituir las viejas por unas nuevas si es un poco mañoso, siempre teniendo precaución de no tocar el vidrio con las manos pues la grasa que se queda al tocarlas es muy perjudicial para su vida útil.

Sin embargo hay un punto que esta jugando muy en contra respecto a los nuevos sistemas que van saliendo al mercado, estamos hablando de su rendimiento. El gran problema de las bombillas halógenas es que gran parte de la energía que consumen se pierde en forma de calor.

Detallando el funcionamiento se entiende mejor:

La bombilla halógena se compone de una ampolla de vidrio resistente a altas temperaturas con un filamento de tungsteno en su interior y una mezcla de gases, normalmente argón y nitrógeno. Al recibir corriente, el filamento alcanza aproximadamente unos 2,500ºC,poniéndose incandescente y emitiendo luz, ese calor se traduce en pérdida de energía.

Hay que tener en cuenta que los faros con iluminación halógena pueden estar presentes en dos formatos:

El primero es el más extendido y cuenta con las paredes internas compuestas por un material que refracta la luz y en cierto modo hace que se conforme un haz de luz más potente.

El segundo de los casos es el de tipo proyector, un cilindro con cristal curvo que intenta enfocar la luz y no desaprovecharla, en ocasiones puede confundirse con la apariencia exterior del proyector de xenón cuando el mismo está apagado.

 

Luces Xenón

El primer competidor que surgió para los proyectores halógenos fueron los faros de xenon, conocidos oficialmente como faros de descarga de alta densidad (HID).

Desde que aparecieran por primera vez allá por el 1991 en la serie 7 de BMW, el faro de xenón ha ido avanzando hasta convertirse en la opción nº1 para algunas marcas.

El funcionamiento es similar al de un tubo fluorescente. Se compone de un tubo hermético lleno de gases (en este caso halogenuros metálicos), dos electrodos y una corriente que va de un electrodo a otro a través del gas.

Tampoco queremos entrar mucho en detalles técnicos, pues el funcionamiento de este tipo de lamparas da para un post aparte.

Las ventajas de las lámparas de xenón frente a las halógenas son varias. La más importante es el haz de luz que proyectan, superior a 3,000 lúmenes de media frente (3.000k a 5.000k) a los 1,400 de una bombilla halógena. Además el color del haz es mucho más blanco (debido a una temperatura menor, lo que se traduce también en menos pérdidas), un tono que favorece la visión en la noche y causa menos cansancio visual al asemejarse más a la luz diurna.

Por tanto, decantarse por un sistema de iluminación xenon será positivo para la seguridad durante la conducción nocturna. Un haz de luz más largo nos permite tener más tiempo de reacción frente a cualquier contratiempo.

¿Y que inconvenientes tienen los faros xenón? El más importante es el elevado coste frente a otro tipo de lámparas. El complejo mecanismo que necesita para su funcionamiento hace que el coste de este tipo de luminarias sea alto y por ende, su mantenimiento, reparación o sustitución.

Siguiendo en la misma línea, necesitan un mayor cuidado, siendo necesario controlar el estado de las ópticas de vez en cuando. La importante luminosidad de este tipo de faros hace que la probabilidad de deslumbrar a otro conductor sea alta.

Además de la gran cantidad de potencia que obliga a la manipulación de este tipo de tecnología sólo por especialistas, los sistemas basados en el xenón obligan a incorporar por normativa (aunque no en todos los casos) lavafaros y sistema de regulación automático de alcance.

 

Faros LED

En un punto intermedio entre los dos tipos de lámparas ya descritas, encontramos los LED. Diodos emisores de luz que llegaron pisando fuerte debido a su reducido tamaño y su bajo consumo.

Aunque su haz de luz no llega a la altura de los faros xenón, la iluminación LED cada vez va cogiendo más fuerza entre los fabricantes. En gran parte por permitir unos diseños de luces imposibles de realizar hasta el momento con las bombillas convencionales.

Además, si tenemos en cuenta que cada vez son más los vehículos híbridos y eléctricosque están saliendo al mercado, un sector en el que cada vatio es crucial, las luminarias LED son casi una opción obligada.

El principal inconveniente que tienen los LED es, que aunque la emisión de luz apenas genera calor como pasa con las halógenas y las xenón, si que irradian temperatura desde la base. Y como el calor y la electrónica son dos conceptos que nunca se han llevado bien, supone una dificultad añadida en la instalación de estos sistemas, debiendo equipar disipadores de calor o ventiladores. Con el problema añadido de que estos sistemas se alojan junto al motor, un lugar que no se caracteriza por estar muy freso precisamente.

Estas complicaciones de alojamiento, afectan al diseño, y provocan dificultades a la hora de integrarlos en el vehículo, aumentado su coste hasta llegar a superar a los faros xenón. Aún así, sacando la calculadora puede resultar rentable, ya que si no hay ningún fallo prematuro, la vida útil de los LED puede superar a la del vehículo.

 

Proyectores láser

BMW y Audi están luchando duro para que los faros láser se convierta en una realidad,aunque de momento sólo se están empezando a utilizar como apoyo de las luces de largo alcance. Tanto el modelo R8 LMX como el i8 de BMW continúan utilizando el sistema de luces LED.

El sistema láser funciona solamente de forma automática en función de las condiciones de tráfico de la vía, en ningún caso el conductor puede activarlo o desactivarlo.

Pese a que el concepto debe evolucionar, la iluminación LED Láser consigue iluminar el doble de distancia que un faro LED convencional gracias a la amplificación de luz por emisión estimulada de radiación

Además de rebajar el uso energético en un 30%, los faros Láser iluminan la carretera con una intensidad significativamente mayor sin calentar la zona circundante. Los diodos láser son diez veces más pequeños que los diodos de luz convencional y más ligeros.

La luz de un faro de láser es extremadamente brillante, similar a la luz del día, con lo que el ojo humano la percibe como una iluminación agradable.

Varios diodos de alto rendimiento emiten un haz concentrado a través de lentes especiales hacia una sustancia fluorescente de fósforo situada en el interior del faro. Esta sustancia transforma el haz en una luz excepcionalmente brillante y blanca que es diez veces más intensa que las fuentes lumínicas convencionales. Debido a las propiedades intensas y prácticamente ideales del haz de luz, los diodos láser hacen que el resto del sistema sea aún más eficiente.

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